El Pan para la Protección del Agua es una iniciativa que incentiva a los agricultores a utilizar menos fertilizantes en su producción de trigo, lo que en última instancia contribuye a la protección de las aguas subterráneas al reducir el riesgo de entrada de nitratos en los pozos de agua potable. El trigo que producen se procesa y hornea por separado, y el pan producido en panaderías de toda la región se vende después como «pan de protección del agua». Las compañías de aguas pueden optar por compensar a los agricultores por la producción de este trigo, cuyo contenido en proteínas es ligeramente inferior y, por tanto, menos apto para la panificación convencional.